Al llegar a la casa vi un tigre que se paseaba despacio y luminoso por el salón, entre los cristales de Bohemia y las cajas de porcelana Ming: - No es un tigre - se apresuró a decirme el mayordomo -. No lo mire, es sólo una metáfora, y los ojos de las metáforas contagian falsas emociones poéticas!